viernes, 31 de julio de 2015

El coleccionista de sueños: La paz interior



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Saludos cordiales,

Como Experiencia, Resolución, Rectitud, Sinceridad, Esperanza, Ilusión, Amor y Sombra nos dirigimos a la parte consciente del sujeto que ha recurrido a todos nosotros con el objetivo de comprender qué le ocurre.
Somos pedazos de él, pequeñas partes a las que podrían sumarse muchas más. Vivimos en el interior de todas las personas, y constantemente se recurre a nosotros para hallar guía en tiempos o situaciones difíciles.

El sujeto nació, es cierto, con problemas mentales.
Pero nada de eso tuvo que ver con la primera aparición de Sombra, que se alimentó de la temprana muerte de su abuela para hacerse fuerte.
Ese mismo hueco, ese vacío, debía llenarse con Amor, pero la naturaleza libre de ésta no concordaba con la posesiva seguridad de un individuo cuyo miedo a la oscuridad era más bien temor a lo desconocido.
Sufriendo las pesadillas que constantemente reflejaban sus miedos, corrió hacia delante en su pubertad a una velocidad excesiva, tropezando siempre con las mismas piedras de la urgencia y la necesidad.
Tal era su ambición de conquista, que no reparaba en las numerosas ocasiones en las que se quedaba sin nada.
Eso hacía más grande su vacío interior, que a modo de trauma de niñez, crecía y crecía refrescando en su mente cada vez que conciliaba el último sueño una personificación de Amor, una muestra de lo mucho que ansiaba y pocas veces conseguía.

La presencia de objetos muy bien recordados como tocadiscos en casas semi amuebladas indica la poca necesidad de lo material por parte del sujeto, que ansía por encima de todas las cosas dar con una especie de paz interior que combine aspectos tan simples como una música relajante y una persona a quien amar.
La bebida ocupa ahora ese lugar, y a la montaña que debe escalar para dejarlo se suman otras que han crecido con el paso de los años y la acumulación de pesadillas.
Se ha acostumbrado a que dormir signifique ingerir insectos, tragar vómitos, besar dientes podridos, y un sinfín de terrores que lo mantienen en un sueño superficial que apenas dura minutos.
Así hasta llegar a los últimos sueños, donde la persona elegida le rescata de esa amarga sensación para engatusarlo hasta hacerle creer que lo que vive es real.

Una vez abre los ojos, apenas tiene energía para vivir la realidad.
Una realidad que cada vez lo aplasta con mayor facilidad, y que a partir de su degeneración como persona permite a más y más personas ampararse en que la enfermedad mental lo ha destruido, y por lo tanto tirársele al cuello como buena parte de la sociedad hace al oler sangre.

No obstante Esperanza apunta que el individuo no le ha perdido el rastro, mientras Ilusión habla acerca de un proyecto que habrá de darle otra oportunidad tras toda una vida peleando contra Sombra noche a noche.
Ignoramos si se tratará de la esperada paz interior que tan urgentemente necesita él, pero desde luego en nuestro frío análisis de los últimos años de su vida no hemos encontrado en él rastro alguno de mal, sino un deseo perenne de dirigirlo todo a buen puerto.

Sombra, observada desde nuestra posición, así como las distintas versiones de Amor, no deberían suponer más gotas para un caótico mar propenso a tempestades, sino únicamente los trozos con quizá más poder en la balanza del territorio emocional del individuo.
Le hacemos llegar esta carta a él y a su entorno, para que cualquier aportación a “El coleccionista de sueños” sea más que bien recibida dada la naturaleza del problema.
Mal conducido, acabará por hundir donde ya no se le pueda ayudar al individuo, y es más que probable que Sombra y Amor combatan una vez más hasta destrozar su mente por completo.

Nos despedimos con el susurro de lo que acaba de pronunciar el sujeto tras acabar de teclear.
“No tengo más planes que el de poner junto a Stela mi primer ladrillo en esta vida, para así poder obtener la paz interior necesaria para afrontar las noches sin Sombra, y los años con Amor.”


FIN

Para leer el capítulo anterior clicka aquí

8 comentarios:

  1. Al final es lo q buscamos todos, esa paz interior. Noches sin Sombra y años con Amor, sería lo ideal, pero todo tiene un sacrificio y vale la pena realizarlo. Buf, haces pensar, Victor! Me gusta pensar! ;) un saludito!

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    1. ¿Has leído el capítulo anterior, la constante?
      Sí, igual que casi todos queremos eso también podemos dividirnos en trozos en los que algunos no salen muy bien parados en la balanza.
      Cada uno debería tratar de conocerse más y más con tal de mejorar, pero como bien dices, en algunos casos requiere un sacrificio encomiable.
      ¡Saludos Hada!

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    2. Siii! Leo todo lo que publicas! Si no comenté el anterior será porq me despisté ( soy muuuuuuy despistada). Ciao Victor! ;)

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    3. Ah vale es que era importante de cara a leer este último relato.
      Pues muchas gracias por leerlo todo y comentar :)))
      Un abrazo

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  2. No esperaba este final, es como las conclusiones y explicaciones de quien es el sujeto de los demás relatos. La verdad es que me ha sorprendido gratamente, y ojalá esa paz interior sea alcanzable

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    1. Me alegra que te haya sorprendido para bien.
      Tiene que ser alcanzable... De un modo u otro.
      Un abrazo

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  3. ¿ Como ? Quien ha creido saberlo la vida le ha demostrado que no es tan fácil. Quizás es más sencillo llegar a una especie de equilibrio donde se esconden los miedos, los sinsentidos, la inseguridad tras una fachada de pseudoacomodamiento, del status alcanzado, el " que no me toquen nada " no vaya a ser que se derrumbe todo como un castillo de naipes. En el relato que nos ocupa los entrañables personajes acuden al rescate de su propia supervivencia con el pequeño alivio de las lapidarias palabras finales ( por sencillas y claras ) del autor dejando entrever que tienen expectativas y que el dia que dejen de ser partes autónomas y se unifiquen en quien siempre han sido la victoria estará próxima. Eso sí, conseguir las noches sin sombras y la vida con Amor es quizás quimérico, puede que lo más cercano a la victoria sea conseguir batallar con éxito con las sombras y afrontar una vida en que una vez pasada la fase química del Amor quede ese amor más lento, pero no por eso menos fuerte ya que es el que realmente dura. Por cierto, la prosa empleada en este relato me gusta. Saludos

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    1. Los castillos de naipes siempre acaban por los suelos.
      Pero alcanzar los secretos de la existencia también llevan a la mente a terrenos donde no debería estar.
      La victoria no es la unificación de las partes, eso ya no es posible, sino más bien, un equilibrio entre ellas como quien mantiene en el aire una gran cantidad de pelotas.
      Sombra propone unas torturas a las que es imposible adaptarse más que no durmiendo apenas y Amor se refiere a todas las formas de amor posibles entre personas.
      De ahí las conclusiones que se exponen en este capítulo final.

      Gracias por lo de la prosa y por comentar, ¡Un saludo!

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