domingo, 21 de diciembre de 2014

La musa en paraje hostil




Rehaciendo un territorio maltrecho en mi mente,
no puedo evitar sentir su desolación en mi corazón.
Me esfuerzo contracorriente en renovar su paisaje,
sus verdes bosques que lucen todo tipo de vegetación,
su clima que antaño era cálido...
Y hoy es frío, hostil y dolido en su interior.

Recorro mentalmente su maltrecha llanura,
exenta ya de vida por la época del incendio,
siendo inmune a la lluvia de la pena, al llanto de mi musa.
Cuánto costará restaurar mi ansiada vida,
cuánto más debo caminar para respirar ante una salida,
si los vientos me arrebatan la esperanza,
a cada una de sus acometidas.

Quiero vencer al fantasma de mi pasado,
necesito plantarle cara pero se muestra esquivo,
vive en el corazón enfermo de mi musa,
apagando la hoguera,
tornando sus llamas moribundas... Difusas.
Me pregunto dónde estará ella, qué sentirá ahora,
en el dulce reino desolado,
vive encarcelada mi musa.

Desterrada de mi abrazo,
lejana a mi calor,
solo me queda este juego,
esta vida que aprieta el gatillo constantemente,
sin poder ver que se trata de una ruleta rusa.

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